Una rosa es una rosa...

Cuenta la leyenda que hace cientos de lustros, cuando existían caballeros, princesas, siervos y doncellas, armaduras y escudos, una preciosa chica buscaba el regalo perfecto para su amado. Tenía que ser el mejor de todos los que le había hecho porque se acababan de prometer. Pero, por más que pensaba y pensaba, no daba con el presente adecuado. Hasta que un día, mientras caminaba por el bosque, encontró un rosal. Era precioso, era... ¡era majestuoso! Nunca había visto unas rosas tan enormes y bellas. Era el regalo perfecto. Sin embargo, cuando intentó cortar una de aquellas imponentes rosas, se pinchó en un dedo por el que comenzó a sangrar abundantemente. Y acto seguido, aquella preciosa muchacha cayó al suelo inconsciente. No sabía que lo que intentaba cortar era una rosa envenenada. Las horas pasaron. Su amado, al ver que no regresaba, decidió salir a buscarla. Cuando la noche se cerraba y la luna brillaba entre las colinas, el joven por fin encontró a la muchacha tirada en el suelo. Enseguida se dio cuenta de la herida que tenía en el dedo. También observó el rosal a su lado, y lo comprendió todo. Era un rosal mágico se lo había oído contar a su abuela y a su madre, de esos de los que, si te pinchas con una de las espinas de alguna de sus rosas, duermes por el resto de tus días.  El joven que había oído hablar de ese tipo de rosales mágicos, también había escuchado que existía una forma de despertar a la persona que se pinchara con sus espinas. Lo que necesitaba aquella joven para despertarse era sangre limpia. Lo que el joven había escuchado era que, para romper el hechizo del sueño, había que restregar en el dedo herido un pétalo del mismo rosal embadurnado de sangre de la persona querida. Así que el muchacho buscó algo con lo que hacerse una herida de la que conseguir su propia sangre. Se acercó a su amada y, de una de sus orejas, tomó uno de sus pendientes.  Con la punta afilada de su pendiente rasgó la yema de uno de sus dedos por el que, inmediatamente, comenzó a sangrar. Se acercó con cuidado hasta el rosal y capturó un pétalo de la rosa más grande. Lo untó con su sangre y se agachó junto a la chica. En el dedo infectado, el corazón de su mano derecha, restregó el pétalo ensangrentado, rogando que su amada despertara. Finalmente, sus plegarias fueron escuchadas y la preciosa dama abrió los ojos.
Y desde entonces, cuando alguien se pincha con la espina de una rosa, la herida cicatriza mejor si la curas con un pétalo de la misma flor, rociado con la sangre de la persona amada.

Noche.

Noche oscura. Noche izada.

Noche cumbre. Noche estrellada.

Noche indómita. Noche apagada.

Que susurra en el bosque,

que se pierde en la casa,

que imagina en sus sueños,

que la magia es magia

 

Verdad verdadera

En la vida cada cual es libre de elegir su camino, cometer sus fallos, tener sus tropiezos y crear sus propias experiencias, la vida nos enseña que si algo te crea pánico lo afrontas, que si algo te hace feliz lo conservas y que sí algo te quita el sueño y te hace daño lo sacas de tú vida.

Un mes sin ti...

Querido yayo:

Hoy hace un mes que nos dejaste, pero tu recuerdo siempre seguirá vivo en nosotros, porque allá donde miremos te vemos a ti.

Este mes ha sido duro para todos; cada vez que voy al campo y no te veo sentado en tu silla de la porchá, o en el sofá viendo la tele a todo volumen, se me hace un nudo en la garganta e intento no llorar, pero al final las lágrimas me vencen y salen. El día que fuimos a recoger tu habitación, lloramos al no verte más allí, lugar donde pasaste tus últimos días.

Pero cada vez que llueve, nos acordamos de ti, aunque ya lo hacemos siempre, en ese momento más, porque como tú eras quién ponía el agua en el campo, decimos que eres tú quién nos manda la lluvia.

Aún nos quedan fechas que pasar en las que tú no estarás, como las Navidades o los cumpleaños. Pero siempre estarás en nuestras mentes, y cada vez que nos reunamos para comer, seguiremos siendo catorce, porque tú sigues con nosotros.

Siempre recordaré todos los abrazos y besos que nos diste a mi y a los primos, sobre todo el último beso, y todo lo que hacías por nosotros, por tu familia, por tus nietos, como construirnos un columpio o incluso llevarnos en el tractor.

Puede que te hayas marchado, pero repito, tú seguirás siempre con nosotros porque nunca te vamos a olvidar, ya que es difícil olvidar a alguien como tú. Un buen hombre, un buen marido, un buen padre y un buen abuelo.

Siempre con nosotros.

Te queremos.

Quién sabe.

He oído decir que la gente entra en nuestras vidas por alguna razón. Nos aporta algo que debemos aprender. No sé si creo que es verdad, pero sé que soy quien soy por haberte conocido.
Como un barco que suelta amarras por un viento del mar. Como una semilla que un pájaro deja caer en un lejano bosque. ¿Quién sabe si he cambiado a mejor? Pero por haberte conocido, he cambiado para siempre.
Y para dejar las cosas claras, pido perdón por las cosas que he hecho y por las que me culpas. Supongo que sabemos que debemos compartir la culpa.

¿Quién sabe si he cambiado a mejor? Pero por haberte conocido, he cambiado para siempre.

Un paso adelante, dos hacia atrás. ¿O no?

Una vez más he vuelto a confiar en mi instinto y una vez más, he vuelto a tropezar con la misma piedra de siempre. Pensaba que esta vez todo sería distinto, pero veo que no. Pensé que esos "te quiero" eran de verdad, pero quien sabe si lo eran o no, puede que esta vez sí que lo fueran, pero por miedo, no lo queremos admitir.
Nueve... Nueve meses han pasado desde la última vez que lloré por este mismo motivo, un amor no correspondido. Aunque sinceramente, hay cosas que no me cuadran y esta vez haré que mis cuentas sean exactas. Tal vez el resultado no sea el que espero, pero será mejor que la otra vez. ¿Por qué? Porque esta vez tengo la sensación de que aunque no tenga su amor, es posible que tenga su cariño y amistad. Ya que a pesar de todo el daño y las lágrimas derramadas, no quiero perderle.
Y seguro que me preguntaréis, ¿has aprendido ya la lección, chica? Pues sí, prometo no volver a confíar tan rápido en alguien, y si lo hago, procuraré acordarme de esta mala experiencia para no caer de nuevo.

Pero admito que ahora estoy destrozada, pero tengo la esperanza de volver a sonreír algún día.

Loser like me.

Sí, puedes pensar que soy un cero, pero las personas a las que admiras probablemente empezaron como yo. Puedes decir que soy una friki. Me da igual. Dale un poco de tiempo, seguro que cambias de opinión. Las pullas que me has metido no son difíciles de soportar. Es cierto. Porque sé que un día gritarás mi nombre y yo apartaré la mirada. Adelante, ódiame y habla para que todos te oigan. Golpéame lo más fuerte que puedas y derríbame. Cariño, me da igual. Sigue así y pronto te darás cuenta de que quieres ser, un lelo como yo.
Me empujas contra la taquilla y yo solo me sacudo. Me vengaré cuando sea tu jefa. No pienso en los que me odiáis, porque puedo ser una superestrella. Te volveré a ver cuando me laves el coche. Las pullas que me has metido no son difíciles de soportar. Porque sé que un día gritarás mi nombre y yo apartaré la mirada. Adelante, ódiame y habla para que todos te oigan. Golpéame lo más fuerte que puedas y derríbame. Cariño, me da igual. Sigue así y pronto te darás cuenta de que quieres ser, un lelo como yo.

Espejo del cielo.

Cogí a mi amor y me lo llevé. Escalé una montaña, miré a mi alrededor y vi mi reflejo en las colinas cubiertas de nieve. Un alud me hizo bajar. Espejo del cielo, ¿qué es el amor? ¿Puede elevarse el niño que llevo en el corazón? ¿Puedo navegar a través de las cambiantes mareas oceánicas? ¿Puedo manejar las estaciones de mi vida? Tenía miedo de cambiar porque había construido mi vida a tu alrededor. Pero el tiempo te hace más atrevido, los niños se hacen mayores y yo también me hago mayor. Así que toma ese amor y llévatelo. Sí, y si escalas una montaña, miras a tu alrededor y ves mi reflejo en las colinas cubiertas de nieve, un derrumbe me hizo bajar. Si ves mi reflejo en las colinas cubiertas de nieve, tal vez, tal vez un alud te haga bajar.

Felicidades pequeña! ♥

Querida Paula, un año más el mes de Octubre da comienzo y con él tu cumpleaños. ¡11 años ya! Y una vez más, aquí está mi entrada dedicada a ti. ¿Sabes cual es la diferencia? Que esta vez sí hemos podido estar juntas un día entero,  después de unos 6 años(creo), y he comprobado que estás hecha toda una señorita y anda que no estás espabilada jajaja, y sobre todo muy guapa! Está en los genes jajajajaja.
¿Qué quieres que te diga? Hace mucho que no hablamos, pero supongo que algún día coincidiremos por washapp o cuando hable con mamá, dale un beso muy fuerte de mi parte. Esta noche, como siempre, te llamaré para que me cuentes que has hecho hoy y que tal te fue el colegio, ¿vale?
No me olvido de aquel día que estuvimos juntas este verano, al principio cortadilla, que parecía que no te lo creías, pero luego ya hablabas más y me contabas lo que hacías en el pueblo.

Bueno pequeña, aunque ya no tanto, que te quiero muchísimo y que espero que no te olvides de que tienes una prima en Santa Pola que desea volver a verte!
PD: El verano que viene dile a mamá que reserve las vacaciones por aquí y te vienes conmigo ;)

Repito, te quiero mucho! Y disfruta de tu día que te lo mereces!