Mi musica

viernes, 15 de marzo de 2013

Esa extraña sensación.

No sabía que hacer. Estaba tumbada en la cama, eran las cuatro de la madrugada y el dolor del pecho que la mantenía despierta había desaparecido hacía tiempo. No dormía por todo lo que le rondaba por la mente. ¿Qué podía hacer? Creía tener claros sus sentimientos, pero esa noche, con una sola palabra, un solo recuerdo, una petición, una única conversación, se le habían dividido. Tenía claro una cosa, no volvería a pasar por lo mismo que pasó hace tiempo. Tenía claro quién era el que la hacía sonreír, quien era el que le había demostrado tanto en poco tiempo. Lo que no tenía tan claro era quién de los dos ocupaba más hueco en su corazón. ¿Por qué en el tema del amor todo era tan complicado? Se levantó de la cama y se dirigió a la estantería donde tenía todos sus libros. "Canciones para Paula", aquello le recordaba a esa historia, pero también le recordaba a otra historia que aparecía en "No sonrías que me enamoro". ¿Por cuál debería guiarse? Finalmente decidió coger el segundo y buscar la página donde Cristina y Alan le daban un consejo a Esther para aclarar sus sentimientos:
-Yo de ti haría una cosa: cenar con uno esta noche y mañana con el otro. Déjate llevar por lo que sientas en cada momento. El que consiga hacerte reír más veces y al que más eches de menos cuando te vayas a casa, el que más notes que falta, ése será el chico con el que quieres compartir tu vida en estos momentos.

Y aunque no estaba segura de que aquel plan diera resultado, algo tenía que hacer para descubrir lo que siente en realidad. La moneda está en el aire, ahora sólo le queda dejarse llevar.

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