Adiós 2013... ¡Hola 2014!

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!
¿Qué tal os fue la Nochevieja? ¿Hicistéis muchas locuras? Yo si que me lo pasé bien en mi campo con mis padres y sus amigos.
Al principio me estresé un poquito porque mi padre no paraba de meter prisas para irnos y no pude terminar la entrada anterior como me hubiera gustado, pero bueno... Una vez allí, después de encender el fuego y que el salón entrara en calor empecé a vestirme, repetí modelito, un vestido que no me ponía desde hace cuatro meses, el que me puse para el día de mi presentación a Reina en Agosto. Después ya fueron llegando todos y empezamos a poner la mesa, en total éramos trece, igual que si nos hubiéramos juntado la familia. Toda la mesa llena de esos deliciosos manjares como aperitivos, jamón, queso, chorizo, lomo, salchichón, patatas, gambas, pulpo... Estoy segura de que recuperé todo lo perdido en peso jaja. Después vino el pollo a la brasa y las longanizas blancas, rojas y las butifarras, aunque solo me comí una de cada, mejor no pasarme.
Sin darnos cuenta, ya faltaba solo media hora para las uvas y empezamos a prepararlas, algunos se las pelaron y otros no, aunque hubo alguien que antes de las 00.00 ya se había comido la mitad de las uvas jajajaja. Y ya faltaba un minuto para el nuevo año, teníamos puesto telecinco pero en el último momento justo cuando estaban dando los cuartos, cambié a la primera y nos las tomamos tranquilamente... Doce uvas después ¡FELIZ 2014! Besos y abrazos a todos los que habían allí, los abrazos fuertes de mis padres es lo mejor al empezar un año nuevo, a la última a la que felicité fue a mi abuela que vi que tenía los ojos un poco llorosos y creo saber por qué... Yo también lloré pensando en él, aunque de nuevo pensé que estaría con nosotros allí sentado en su sitio.
Entonces llegaron las felicitaciones por el Washapp de todos los amigos y familiares que en ese momento no estaban allí conmigo. Sobre la una, después de convencer a mi padre, llegué a Santa Pola donde me esperaban mis amigas para irnos de fiesta. No teníamos prisa, así que empezamos a beber y a recordar cosas mientras nos reíamos de todo, con una única esperanza: que el 2014 fuera mucho mejor que el 2013.
A las tres y media nos pusimos los tacones y sin parar de hablar nos dirijimos a Pedal. Allí estuvimos hasta las seis y media de la mañana, que ya acabamos un poco muertas, sobre todo por nuestros pies jajaja. Yo llegué a casa descalza ya, mis pies necesitaban un descanso. Sobre las siete de la mañana por fin me metí en la cama y me quedé dormida hasta que hoy mamá me despertó a las dos para comer, aunque si por mi hubiera sido habría seguido en la cama, estaba muy cómoda.

Espero que vuestra Nochevieja fuera igual de buena, a vuestra manera, como la mía. Y os deseo lo mejor para este año y que todo lo que deseéis se cumpla.