Hoy el día está gris, y yo sé por qué...
Hoy hace dos años que nos dejaste y recuerdo ese día como si fuera ahora mismo, cada lágrima, cada abrazo, cada palabra, cada mirada... todo.
Hoy, después de mucho tiempo, por fin vemos llover y he estado todo el día viendo como caían las gotas y ahora escuchando los truenos hasta que he caído en la cuenta; esto es cosa tuya, ¿verdad yayo? Lleva todo el verano sin llover, los campos lo necesitaban ya y tú eras el que proporcionaba el agua en las tierras de La Baya, y eso estás haciendo ahora, a pesar de dos años sin ti, sigues haciendo tu trabajo. Cada vez que llueve me gusta pensar eso, porque me recuerda a cuando toda la gente iba a pedirte que les pusieras el agua, tú sentado en tu silla de la porchá anotabas los pedidos y luego te ponías manos a la obra. Recuerdo también cuando era pequeña, uno de esos momentos por los limoneros, íbamos tú, papá y yo y yo me senté a ver como corría el agua y aproveché para meter los pies. Vosotros os fuisteis a seguir y yo me quedé allí tan tranquila hasta que una lagartija se me puso en las piernas y corrí chillando hasta donde estabas tú y entonces me dijiste riendo "si tú eres mes gran, de que tens por?" Era pequeña jaja.
Antes pensaba que cuando llovía eran los ángeles que lloraban, ahora sé que eres tú haciendo lo que siempre has hecho, trabajar el campo.
Gracias por todo y por todas las cosas vividas y que te has encargado de enseñarnos a todos tus nietos.
Será un día gris, pero te seguimos recordando.
Te quiero mucho, te queremos.
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