No te imaginas, pequeña, las ganas que tengo de verte y darte un fuerte abrazo. Han pasado unos cuatro o cinco años desde que nos vimos, ¡incluso más! O puede que esté exagerando y hayan sido menos, pero a mi me parecen muchos.
No hay día que no me acuerde de ti y de tu madre. Y cada vez que te veo me alegra ver lo guapa y alta que estás; cada vez que hablamos por teléfono me emociono y he de reconocer que se me escapan algunas lágrimas. Recuerdo que las primeras veces apenas hablabas, y ahora me cuentas ¡todo!
¿Sigues teniendo aquel oso que te regalé? El mío está guardado, ya que en mi cama solo tengo 3 peluches jaja.
Bueno princesita, piensa que en tan solo unos meses nos veremos y estaremos juntas, que aunque sólo sea un fin de semana, para mí será mucho.
¡¡Te quiero mucho!!
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