Más vale tarde que nunca.

Hoy sin duda, ha sido un día feliz, MUY feliz:¡Por fin me he sacado el carnet de conducir!
Después de unos cuatro meses intentándolo, hoy por fin lo he logrado. Me ha costado lo mío, lo sé, pero como dicen "más vale tarde que nunca".
Esta mañana estaba algo nerviosa aunque no tanto como las otras veces, y mamá me aconsejó que me tomara una valeriana. Al rato ya estaba más calmada, pero los nervios volvieron cuando vi al chico que iba delante de mi volver tan pronto de examinarse y ya me tocaba a mí. Subo al coche y cuando ya lo tenía todo preparado para salir, antes de arrancar, me dice el examinador "Yo confío en ti, vas a aprobar"; era simpático, aunque ya nos lo había dicho Pepe, el profesor de prácticas.Total, arranco y empiezo con la conducción autónoma, diez minutos por donde yo quisiera, claro está haciéndolo bien. Cuando acaba el tiempo ya empieza el examinador a guiarme. Fijándome yo en todos los Stop, cedas del paso, paso de peatones y semáforos sin darme cuenta ya estaba volviendo al lugar donde salí. Cuando aparco y apago el motor, miro a mi profesor y me sonríe, pero claro, no sabía si era una sonrisa de consuelo o de que lo había hecho bien. Hasta que el examinador me dice "¿Ves como confiaba en ti?" Me giré y me quedé helada. ¿Había aprobado? ¡Pues sí! Llorando de la emoción bajé del coche y me abracé a las dos chicas que habían allí también para examinarse y rápidamente se lo dije a mi madre y después a los demás amigos y familia.
Lo mejor fue cuando me llamó mi padre y se lo dije porque él no tenía ni idea de que me examinaba hoy y se pensaba que estaba en Elche estudiando. Cuando le dije que por fin había aprobado le cambió la voz y se le notaba más contento, ¡se le notaba orgulloso!
He de confesar que antes de salir de casa le pedí a mi yayo que por favor obrara un milagro, y por lo visto me ha hecho caso, ¡gracias! Estoy segura de que ha estado conmigo mientras conducía y ahora mismo se sentirá orgulloso de mí. Si puedo cogeré su coche y cuando le pille el tranquillo lo cuidaré tan bien como él lo hacía. ¡Te quiero!
Para terminar, hoy también daba la casualidad de que era el primer cumple-mes de Juan y Ainara, mis mellizos, los cuáles en este poco tiempo ya nos han hecho reír, emocionarnos y enamorarnos de nuevo (de ellos), porque están para comérselos. Y aún nos quedan muchas risas y muchas cosas que vivir y aprender con ellos. ¡Seguid así de bien! Os quiero pequeños.

Hasta dentro de unas semanas, espero que pronto, no me dan ni la L ni el permiso para poder conducir, mientras tanto aún podéis estar tranquilos, pero cuando lo tenga os avisaré para que no salgáis de casa jajajaja. Es broma. Soy buena.