¡Gracias!

¿Qué podemos decir a nuestro director Santiago?

No todos te conocemos por igual, pero tú sí a cada uno de nosotros. Sabes todos nuestros nombres y como somos.

Antes de empezar nuestro primer día del instituto, ya nos habían hablado de ti. Nos habían comentado, entre otras cosas, que cada viaje que habías hecho con el centro, para la mayoría fueron viajes inolvidables, te lo podemos garantizar; pero, sobre todo, nos hablaron de tu forma de expresarte por los pasillos. Esos gritos que, sin duda, te dejaban el oído destrozado y con el pensamiento de... ¿Me lo está diciendo a mí? 

Durante estos cuatro años ejerciendo como director, te hemos visto de todas las maneras posibles, incluso como guardabosques. Sí, sí, que más de uno te ha visto con unos prismáticos vigilando la sierra. Debería haber algo sorprendente...

También hemos comprobado cómo te preocupabas por la limpieza y el orden. Esa inquietud porque todo el patio esté limpio, ocupándote de que en las clases haya respeto, que en los patios no surjan conflictos, consiguiendo con su esfuerzo que ningún peligro pase de la verja y sí quede fuera para proteger a tus alumnos.

Pero, sobre todo, te hemos visto como a un fiel consejero. Siempre que alguno de nosotros lloraba, tú demostrabas que, si teníamos algún problema, tú estabas ahí para solucionarlo, acercándonos de ese modo a ti.

Pero, aunque todo esto es por lo que más te recordamos, tu manera de conseguir que un reloj pueda perfectamente combinar con unos zapatos y que sean el centro de atención durante toda una graduación no es fácil de olvidar.

Este es Santiago: siempre atento, estricto con las normas, sabiendo afrontar todos los días una jornada con más de seiscientos alumnos.

Sólo queda decir:

¡Gracias por estos años que nos has dedicado!

Artículo sacado de la revista del IES Santa Pola La Gaviota.